A fines de los años 60 yo era el fanático número uno de la serie de televisión Gunsmoke… o La Ley del Revolver, cómo le llamábamos en español… no me perdía un episodio… tan así que uno de mis tío empezó a llamarme el Marshall Dillon, cómo el protagonista de la serie… Además del Marshall Dillon, mis otros favoritos eran Bonanza, El Hombre del Rifle (The Rifleman), El Gran Chaparral, El Llanero Solitario, The Wild, Wild West… ¡todo lo que tuviera que ver con vaqueros me gustaba!

Y un día, en medio de esa afición a todo lo que tuviera que ver con el “viejo oeste”, me regalaron un libro sobre las distintas razas de caballos… Era un libro para niños, pues yo tendría cerca de 10 años… y en lugar de hablar de las razas en sí, contaba una historia para cada una… y era, a través de la historia, que te llevaba a conocer cada raza en particular… Recuerdo que en lugar de fotos, el libro tenía ilustraciones… y hubo una en particular que llamó mi atención…

La lámina mostraba una gran pradera llena de búfalos… y unos indios sobre sus caballos que, con sus arcos y flechas, perseguían un búfalo… los indios montaban unos caballos llamados Appaloosa que cautivaron mi imaginación… así que unas semanas más tarde ya había hecho a mi madre recorrer todas las librerías del área metropolitana hasta encontrar un libro sobre los caballos Appaloosa…

Un año más tarde, mi abuelo me invitó a la finca de los Ubarri… además de ser amigos, mi abuelo (por parte de padre) tenía caballos en el hipódromo y ellos criaban caballos de carrera… así que el viaje al potrero no me sorprendió… pero al llegar allá, me encontré con la sorpresa de que ellos tenían un grupo de yeguas Appaloosa… y el verdadero propósito del viaje es que yo viera, en carne y hueso, esos caballos que tanto me gustaban…

Pasaron unos meses y mi abuelo me enseñó las fotografías de dos potros Appaloosa de 18 meses para que escogiera cuál me gustaba… la primera, un hermoso potro leopard, y la otra, uno zaino cebruno con blanket, ¡igualito a la lámina que hacía casi dos años me había cautivado!…

Comanche (ese fue el nombre que le puse) era hijo de Poteet Dandy en Freckles Checo, y había nacido en Ft. Lauderdale, Florida… y aunque nunca me dijeron, creo que fue a través de los Ubarri que lo consiguió mi abuelo…

Ya una vez en la finca, Comanche era la sensación del barrio… tanto por su color… como por su velocidad, porque en esa época nos gustaba echar carreras y Comanche siempre llegaba en primer lugar… aunque debo reconocer que uno de mis primos tenía un caballo canario “El Rubio” que le daba la pelea…

A Comanche lo tuve por varios años… pero, aunque era un animal dócil, la verdad, le tenía un poco de respeto al caballo… todavía me acuerdo un día que íbamos, mis primos y yo, paseando por la carretera… cuando de repente, venía un camión tocando la bocina… Comanche se puso nervioso… y aunque siempre pude controlarlo, el susto que pasé fue monumental… Así que un día le dije a mi abuelo y él se lo llevó para el hipódromo… allá trabajo de “pony” por muchos años, llevando los caballos a traquear a la pista…

Como diez años más tarde, durante un verano, tuve la oportunidad de participar con mis primos en unos rodeos en el Guaynabo Riding Club… y estoy seguro que si hubiera tenido a Comanche en ese tiempo, de verdad lo hubiera aprendido a disfrutar… tan es así, que si tuviera una finca y la oportunidad de tener varios caballos… uno de ellos sería un Appaloosa…

Comentarios de otras personas

  1. Hola Romualdo:

    Soy René Caldero del Barrio Palos Blancos, cerca de la finca de los Berio. No tengo el privilegio de conocerte personalmente pero sé de ti más de lo que puedas imaginar. Al leer todas las historias de tu trayectoria en el Paso Fino, me viene a la mente que he visto o he sido parte de al menos alguna de tus anécdotas en ese deporte. Como mencione me crié en Palos Blancos y desde pequeño en el Barrio todos conocían la calidad de los caballos del Dr. Pepe Berio. Todos pasábamos por la finca y veíamos las yeguas y potros y el comentario era que “esos caballos son finos y caros, los Berio tienen excelentes caballos”. Tengo el placer de conocer personalmente a Paquito y a Pepe Berio y son excelentes personas, serviciales y amables. Pero eran bien celosos con sus caballos y yeguas, así que si tenías la oportunidad de montar sus caballos es porque ganaste su confianza y respeto.

    Conocí personalmente a tu tío Don Varón Valles en sus últimos años en la cuadra de la entrada de Lomas Valles. Vimos sus últimas yeguas y el último potro alazán que tenia. Recuerdo que nos ofreció dos yeguas bien baratas y nos dijo que nos las lleváramos y que se las pagáramos poco a poco. Pero como estábamos en edad jóvenes y no teníamos donde tenerlas no las adquirimos. Ahora en retrospectiva un poco de arrepentimiento por esa oportunidad. El potro alazán lo vendió hacia florida y en PR lo estaba vendiendo a un buen precio y nos dijo que nadie se intereso y que a través de un conocido alguien en Florida se los compró en una buena cantidad que no recuerdo (historia conocida que se repitió muchas veces en PR según tengo entendido). Aun enfermo visitaba la cuadra para ver el potro. Una lastima que esa cuadra se perdió y se la tragó el bosque. Don Varón trataba a todo el mundo muy bien y siempre nos recibió a mi hermano y a mí, con amabilidad.

    Además, desde hace cerca de 15 años visite la cuadra de Andrés Narváez en Jaguas con mi hermano (conocido como Tabaco) y desde entonces he seguido bajando a pasar buenos ratos, aprender y disfrutar de los caballos. Una vez tuve un potro de paseo el cual Andrés domó y “emboco”. En esas visitas constantes a la cuadra de Andrés, siempre tu nombre salía a relucir. Tuve la oportunidad de ver a Bucana cuando Denisse de niña, la montaba con una naturalidad increíble. También, vi crecer el potro moro que tenias de Petrolero, hasta que lo vendiste hacia Estados Unidos. De igual forma, me acuerdo del potro de Profeta cuando estaba pequeño con Maribao, hasta ahora que se ha convertido en un caballo completo. (En verdad que al asistir a las competencias abiertas y ver el potro montado por Andrés, considero que se ganaba todos los caballos que están compitiendo en las pistas actualmente. Pero esos otros veinte pesos.)

    Me acuerdo también de una yegua baya clara que tenias que se enfermó del intestino y se le dio cuanto tratamiento hubo disponible para curarla y que posteriormente supe que se murió. Al leer tus historias y fotos se me parece mucho a la Cenicienta que describes en el site (¿era ella?). Recuerdo al hijo de Labriego y Bucana desde que nació y que en varias ocasiones lo llevaron algunas competencias a la cuerda (¿Qué paso en él?).

    Además, conocí a Don César Figueroa en una de esas visitas y en varias ocasiones me quede embelezado cuando me contaba las historias de cuando estaba en Santo Domingo trabajando con Trujillo. Recuerdo una de las historias de la ocasión que la hija del General se calló de un caballo y el pensó que Trujillo lo iba a matar. Otra de cuando hubo el golpe de estado, que mataron al dictador y a Don César no lo tocaron porque el curaba a los campesinos con las medicinas que compraban para los caballos y lo escondieron en una cueva por varios días. Me contó además, que él monto a muchos de los mejores caballos de la época, no recuerdo pero creó que mencionó a Guamaní, Batalla y hasta el mismo Dulce Sueño y como con orgullo dice que la mejor yegua que el ha visto era Toñita.

    Recientemente compre una finca en Gurabo y para mi dicha uno de mis vecino era Don Cunda Figueroa, al cual pude hablar en varias ocasiones sobre los caballos (o sea el hablaba, yo preguntaba y escuchaba). Me dijo que para los cólicos antes se hacia una mezcla de café prieto cargado con ron, se le daba a los caballos y se soltaban. El ron aliviaba el dolor y el café negro funcionaba como diurético. Lamentablemente no tuve mucho tiempo para disfrutar sus anécdotas pero me he interesado en leer un poco sobre su vida y trayectoria. Deberían evitar que pase lo mismo con Don César. Quizás personas cercanas a él deben recopilar todas s historias y anécdotas para escribir unas memorias sobre esos dos grande montadores. ¿no crees que sería un gran proyecto?, digo si ya alguien no lo ha hecho.

    Para continuar con recientemente mi primo el Lcdo. Pedro Rivera y su hijo “Caney” adquirieron el potro que encastaste de Profeta y Maribao. Están “enfiebraos” con los caballos y me alegro que le hayas dado la oportunidad de adquirir ese magnifico ejemplar. Andrés dice que ese caballo es excelente y espero que se le quite el mal carácter que tiene.

    Aunque nunca he tenido un caballo de paso fino, siempre he seguido el deporte y trato de asistir a las competencias que puedo. Hace poco compre una potranquita de cuatro meses nieta de Resorte de Selecta que Andrés me dice que se ve muy bien y muestra señales de que va ser “buena”. Los primero caballos de paso fino que conocí fueron los puros puertorriqueños. Recuerdo haber visto en alguna ocasión a Papyrus y a Cialito y me impresionaron por su finura. Posteriormente, en los años de Universidad deje ver competencias y cuando empecé nuevamente a interesarme, me di cuanta que el Paso Fino estaba lleno de caballos de descendencia de los colombianos. Comencé a preguntarme que paso con los caballos puertorriqueños. Al visitar algunas cuadras siempre el mismo comentario, “los puros no sirven, los colombianos son los de los chavos”. Me desilusioné grandemente, por que tengo una vena “nacionalista” y prefiero las cosas de mi tierra que a las extranjeras. Prefiero ver los Doce Magníficos, aunque pierdan, que al Dream Team Americano.

    Hace dos semanas asistí a una competencia de la entidad de Los Abiertos en la Hacienda el Trapiche en Gurabo, cerca de donde vivo. Fui con la intención expresa de ver un hijo de Amadeus que me informaron en la cuadra en que lo montan que costo cerca de 6 cifras. Pensé que debía ser una cosa de otro mundo por ese precio. Cuando lo vi, hacia dos semanas atrás había asistido a Dulce Sueño en Guayama. Me dije, pero si en los puros hay caballos más finos que ese y que la gran mayoría de los que están en la pista. Definitivamente, el precio del caballo no determina la calidad del ejemplar.

    ¡Pero descubrí el site pasofino forum y me di cuenta que los caballos puros están de pie y con un empuje y auge como me dicen que en años no se había tenido! Estoy visitando las competencias y me he sorprendido de la calidad de caballos que están surgiendo. El forum además, me ha servido de taller educativo para conocer más sobre la trayectoria del caballo puertorriqueño. No estoy registrado aún, pero espero pronto hacerlo para poder opinar. Pero consideró que el primer paso es educarse y leer, tanto de los de aquí como los de otras razas para poder opinar. En el foro he visto las disertaciones que has escrito sobre ambas razas y me quedo impresionado con tu conocimiento. Es precisamente eso, conocimiento, no subjetividad, apasionamiento. Considero que ahora que has regresado a los caballos tienes mucho que aportar. Coincido contigo en que el caballo puro necesita más exposición y promoción. Eso es lo que ha pasado con las dos razas, que los dueños de caballos colombianos alborotan más, se dan conocer más, en cualquier lado hay un cartel ofreciendo los servicios de un ejemplar, se anuncian con Rokie, etc. En fin es una cuestión de mercadeo más que de cualquier cosa.

    Para no aburrirte más, no te he conocido personalmente, pero he conocido de primera mano parte de tu trayectoria en los caballos, ya sea por los caballos en si, que por las personas que tenemos en común. Espero poder saludarte en algún momento. Si en algún momento tengo la espinita de adquirir una yegua pura (ese es mi sueño, ya tengo la finca, espero que sea pronto), puedas darme un poco de asesoramiento, por que en este deporte y negocio hay mucho ganso y usurero. Caney me invitó para la presentación de los patiblancos en AgroTeck, voy a ver si me animo. Espero que tu site sea una herramienta valiosa para educar sobre el pasos fino puertorriqueño.
    ¡Éxito Siempre!

  2. Hola Rene…

    No sabes la alegría que me dio leer tu comentario… estos días, con el comienzo del blog, han sido días de recordar muchos momentos bonitos… muchos buenos caballos… y muchas personas a las que quiero mucho…

    Tío Barón fue un gran caballista… su secreto eran sus yeguas, no eran muchas, pero eran yeguas escogidas por su finura, fenotipo y brío… pero él era muy tímido y no le gustaba ir a las competencias… recuerdo que muchas veces fuimos nosotros (Paquito y yo) los que insistíamos para que llevara a competir los caballos y muchas veces hasta los exhibíamos nosotros…

    El caballo alazano que mencionas era un nieto de Alicante… y era un caballo muy elegante… como Tú dices, Tío Barón se lo ofreció a muchísima gente y nadie se interesó por el potro… y llegó ese americano (no recuerdo su nombre) que se interesó en el potro, pero había que terminárselo de embocar… así que la venta se dio seis meses más tarde, en un segundo viaje, cuando el caballo ya estaba listo…

    La yegua baya que recuerdas es La Cenicienta… se enfermó de diarrea y tratamos todos los remedios que conocíamos: veterinarios, medicamentos, remedios caseros… lo tratamos todo… fue un tiempo largo y la cantidad de galones de suero que se le pusieron fue increíble… entonces, conseguí un probiótico para restaurar la flora intestinal… y en unos pocos días se le quitaron las diarreas… Pero La Cenicienta estaba tan flaca y desmejorada que las soltamos en una finca cerca de Andrés… e irónicamente, murió de cólico…

    Bucaná fue una yegua muy buena, pero fue muy mal domada… cuando la compramos, Andrés estuvo trabajándola y ella se dejó arreglar bastante… pero me acuerdo un día que llegué a las cuadras y Andrés había salido un momento… entonces yo saqué a Bucaná, la aperé con el alzador que se usaba con los potros y me fui en ella para la finca… cuando venía de regreso ya Andrés había llegado… y yo traía a Bucaná encendía… y como la tenía por el hocico, se dejaba recoger mucho… ¡creo que esa es la mejor vez que vi trabajar esa yegua!!!

    Pero así de mucho como yo la disfruté… Denisse la disfrutó más… la verdad que era un espectáculo ver esa niñita de cuatro o cinco añitos compitiendo en equitación y dado “cátedra” a niñas mucho más grandes… no sólo era su postura y confianza, ¡es que también tenía muy buena mano!!!

    Los cuentos de Cesar sobre sus años con Trujillo son unos “clásicos”… no tienes idea de las veces que los escuchamos… también los cuentos de Cunda… y de Juan Ramón… ojalá y alguien se decida a recogerlas en un libro…

    Esta semana estaba hablando con Andrés y le pregunté por Sincronizado, el caballo de Profeta de Caney… y me dijo que está tranquilo… así que espero que puedan seguir trabajándolo y llevarlo a las pistas… definitivamente es un buen caballo, pero su temperamento no lo ayuda… Andrés me dijo que una de las yeguas que le pusimos está preñada, no es una yegua inscrita, pero es bastante buena… así que en cuatro o cinco meses vamos a ver su primera cría… y no tengo dudas de que él va a trasmitir…

    Bueno… espero verlos el domingo en la “fiesta de los patiblancos”… Rafa de Ángel tiene muy buenos ejemplares… además, quiero ver el caballo de Pepe Llenín, Acierto del Brujo… ¡anímense y dile a Caney que también se traiga a Andrés!!!

  3. Estoy en busca de un senor que montaba caballos de paso fino, el se llama PAPIRO, el era el encargado del potrero el cofresi en la salida de caguas a gurabo, mi nombre es Domingo Ruiz, y me gustaria encontrarlo, el debe de tener unos 60 y pico de anos, gracias, domingo.ruiz@us.army.mil

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