Siguiendo con mis reflexiones sobre el Show Internacional de Ponce, quisiera ahora comentar sobre la mejoría indiscutible que estoy observando en el Caballo Criollo Colombiano de Paso Fino… y lo primero que llamó mi atención fue el fenotipo de estos ejemplares, no de alguno en específico, sino en conjunto, como miembros de una misma “raza”…

Recuerdo que hace unos años el caballo Colombiano no era mucho más grande que el nuestro… y si lo parecía era por su posición de cabeza – su alzada – que les hacía verse más grandes y elegantes… en el Purismo, en cambio, tenemos muy poco interés por mejorar el fenotipo de nuestros ejemplares… tan así que las Bellas Formas ya son eventos “accesorios” para rellenar el programa de competencia… es cierto que el paso es lo más importante en nuestra raza, pero el fenotipo no sólo es importante sino que es necesario para la funcionalidad de los ejemplares…

Veamos algunos puntos básicos… el tamaño promedio de nuestra raza ha ido disminuyendo generación tras generación… inclusive, nos hemos inventado el argumento de que un caballo grande no puede ser fino o no puede moverse con rapidez o no puede colectarse igual que uno pequeño… esto no fue lo que vi en Ponce, la mayoría de los caballos Colombianos eran más bien grandes y todos mostraban rapidez y colección… basta de excusas, empecemos a recuperar el tamaño que tenía nuestra raza… caballos como Guamaní, Soñador, Don Toquí, etc, etc… pero si seguimos cruzando caballos pequeños con yeguas pequeñas ¡pronto tendremos una raza de ponies de Paso Fino!!!…

Otra característica importante que hemos descuidado son los aplomos… las patas son el alma de un caballo de Paso Fino… sin cascos saludables y buena angulación en sus extremidades no podemos tener una pisada segura… un ejemplar con aplomos defectuosos no puede tolerar un trabajo fuerte, pues le causará daño a sus patas… y lo peor de todo, estos defectos son transmisibles genéticamente corriendo el riesgo de agravarlos y/o perpetuarlos en la raza…

Sigamos con la estructura del cuello… recuerdo muchas fotos de los caballos “de antes” con aquellos cuellos fuertes y arqueados, ¡qué elegantes se veían aquellos caballos!… sin embargo, ahora predominan los cuellos cortos o estirados, que no sólo son estéticamente poco atractivos, sino que funcionalmente no permiten una buena postura de cabeza…

Podríamos seguir señalando otros elementos, pero creo que con esto se tiene una idea de la importancia que tiene el fenotipo en una raza… por suerte, algunos de los caballos que empiezan a despuntar como reproductores (Linaje d´la Excelencia y Excelencia del Alfarero, entre otros) tiene buen fenotipo, así que con un poco de empeño de los criadores podríamos comenzar a recuperar el fenotipo que hemos perdido…

Tu comentario:

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*