El lunes estaba hablando con Andrés (mi entrenador) sobre el Show de Ponce y comentábamos sobre el buen arreglo que se ve en los Caballos Colombianos en los últimos años… esto contrasta mucho con el arreglo que se veía hace 30 años, cuando en Colombia predominaban las lenguas partidas y los caballos mal arrendados… estoy seguro que muchos de ustedes recordarán aquella preferencia por el caballo que se “apoyaba” en el freno… y aquellos “arrendadores” colombianos que se tiraban para atrás en la silla, halando con fuerza en el bocao para controlar su ejemplar… pero claro, con la moda del caballo super colectado que ha invadido los picaderos en todo el mundo, esto sería imposible con un caballo halando por la boca…

Viendo todos esos caballos bien arrendados, con sus cuellos arqueados y una postura de cabeza impecable, comentábamos sobre la gran influencia que han tenido los montadores puertorriqueños en el arreglo de los Caballos Colombianos… la importancia de una buena “mano”, firme pero suave, para embocar correctamente un caballo… y recordábamos las enseñanzas de Cesar Figueroa que nos decía que sin boca no teníamos caballo… la ironía es que mientras observamos esta mejoría en el arreglo de los Colombianos, vemos como en el Purismo predomina todo lo contrario: caballos “estrelleros”, caballos cabeceando y peleando por el freno, andando a paso largo, o que se les quieren ir de las manos al montador…

Recordemos que el Paso Fino es una raza de “caballos de silla”, por tal razón el arreglo es una parte indispensable de estos… volviendo a Cesar, él decía que un buen caballo era un diamante en bruto y le tocaba al montador pulir ese diamante y llevarlo a dar el máximo que podía dar… pero al hablar de la doma y el arreglo que Cesar le daba a los caballos, su mayor orgullo era domar un caballo que pudiera montarlo cualquiera y que, sin importar que tan experimentado fuera el jinete, el caballo siempre mostrara lo mejor que podía dar… hago un pequeño paréntesis para decirles que, entre otros, Cesar fue el montador que llevó a Guamaní a ganar el título de campeón en 4 años consecutivos, retirándose invicto…

No me malinterpreten, hay buenos montadores dentro del Purismos… pero ser entrenador de Paso Fino es una mezcla de arte y ciencia, de trabajo artesanal con medicina deportiva y algo de psicología… dicho en otras palabras, no todo el que se “trepa” en un caballo y lo mete en una competencia es un montador… y les digo esto para que como dueños, tengan conciencia de a quién le entregan su animales… y como montadores, recuerden que nadie nace sabiéndolo todo, sino que es sabio quien siempre busca aprender algo nuevo para mejorar en lo que hace…

Comentarios de otras personas

  1. PRIMERO SEGUIMOS CASTANDO DE LAS MISMAS LINES Y YA MISMO NOS TRABAMOS
    SEGUNDO YA NO PODEMOS CRIAR CABALLOS SUELTOS EN FINCAS PUES HAY TANTO PILLO QUE SE LOS LLEVAN
    TERCERO PARA MEJORAR FENOTIPO NECESITAMOS EVALUAR LOS PADROTES POR BUENO QUE SEAN Y TU ESTAS INCLUIDO
    CUARTO LOS MONTADORES BORICUAS EN EL EXTRANJERO NO MONTARIAN CABALLOS PUROS PUES ESTAN ACOSTUMBRADOS A OTRO TIPO DE RITMO Y SERIEDAD QUE HA PERDIDO NUESTRO CABALLO
    ESTA ES MI HUMILDE OPINION

  2. Bueno… tengo que concederte que tienes razón en algunas cosas, pero es más complejo de lo que crees… veamos punto por punto…

    Primero… el problema no son las líneas, sino los ejemplares que usamos de esas líneas y la forma cómo las combinamos… por ejemplo, Labriego tiene hijos buenos y malos… unos que traen raza por su línea materna y otros que no traen tanta… unos que tienen mejor fenotipo y otros que tienen defectos graves (y fenotipo no sólo es tamaño)… pues si seleccionamos un hijo o hija de Labriego para la recría, solamente por ser hijo/a de Labriego y sin considerar sus atributos individuales, pues es cierto que nos vamos a “trabar”… pero si entre los hijos de Labriego encontramos uno que combine con nuestra yegua, que tenga las cualidades que buscamos y que tenga buena línea materna (línea de reproducción), entonces estamos haciendo selección genética e acuerdo al modelo que cada uno tiene en particular…

    Segundo… es cierto que hoy en día no es fácil tener animales sueltos… pero puedes mantenerlos en jaula, darles una alimentación adecuada y suficiente ejercicio para compensarlo… esto no sólo sucede en el Paso Fino, sino en otras crianzas de caballos y otros animales…

    Tercero… los padrotes hay que evaluarlos siempre, sean buenos o no, se quiera mejorar fenotipo u otra característica… fíjate, el problema con el fenotipo no es sólo el tamaño, también están los aplomos, la angulación, la correcta inserción del cuello, la línea dorsal, etc, etc… por eso es importante evaluar sus yeguas objetivamente, con conciencia de sus virtudes y defectos… y buscar padrotes que las complementen… en tú comentario (y regaño) te estás refiriendo al tamaño (o a la falta de él)… desde este punto de vista, cruzar una yegua pequeña con un padrote pequeño sería un ejemplo de un mal cruce, independientemente de las virtudes que se busquen realzar… pero si tienes una yegua grande, con buen fenotipo y que está comprobado que transmite ambas características, pues te puedes “arriesgar” a usar un padrote pequeño que tenga la mecánica que buscas… ok!

    Cuarto (a)… los montadores boricuas en el extranjero que están montando caballos Colombianos fácilmente podrían montar caballos Puros… el problema es que son muy pocos los dueños Puristas que están dispuestos a pagar lo que cobra uno de estos montadores… fíjate, el dueño promedio en el Purismo no invierte dinero en la raza, lo ves en el precio de los servicios de los padrotes, en lo que se cobra por jaula y montura, etc… cuando van a comprar un ejemplar lo quieren campeón a precio de caballito de paseo… ojo, hay otros que si invierten en sus ejemplares, no sólo en montura, sino en alimentación y atención veterinaria…

    Cuarto (b)… no es nuestro caballo quien ha perdido ritmo y seriedad… por el contrario, el nuestro sigue siendo más rítmico… así que supongo que tú te refieres a velocidad o rapidez, y en esto el nuestro no ha perdido nada, sino que el Colombiano ha desarrollado una rapidez que no proviene del Paso Fino sino de la Trocha… y a consta de este aumento en rapidez, el Colombiano está perdiendo ritmo… sobre la “seriedad” en nuestros caballos, lo que tú estás viendo no es una falta de seriedad sino una fata de arreglo de parte de los entrenadores… el problema no es del caballo que va abajo, sino del de arriba… y me perdonan los montadores, no me refiero a todos pues hay unos que son muy buenos (no los menciono porque se me puede quedar alguno, pero a manera de ejemplo, los Kuilan son una familia que siempre está buscando cómo sacarle el máximo a los animales que montan)…

    Fíjate Caney, es mucho lo que hay que hacer en el Pursimo… pero al menos comentarios como el tuyo muestran el deseo de aprender y sacar la raza hacia adelante…

  3. A PERDONA QUE TE PRTEGUNTE QUERIA SABER SI SABES ALGO DEL SR.RAFAEL ARBELO
    PUES NO LO HE VISTO EN COMPETENCIAS NI ME HA LLEGADO LA REVISTA DESDE HACE MESES

  4. Bueno, como espectador no estoy… en este momento estamos colaborando en algo que debe redundar en muchos beneficios para la raza… dentro de unas semanas te cuento…

    Sobre Rafael Arvelo… esta semana hablé con él y todo está bien, me dijo que tiene pasaje para PR para comienzos de enero… viene a distribuir la última edición de la revista “Paso Fino, a Puerto Rican Breed”… que según me ha contado está muy buena…

  5. HOLA CREO QUE ENTRE LOS MEJORES MONTADORES DE CABALLOS DE PASO FINO COLOMBIANO ESTAN LOS SEÑORES ALIRIO GUZMAN Y VICTOR MONTERO CREO QUE EL SEÑOR ALIRIO GUZMAN FUE DE LOS MAXIMOS EXPONENTES EN LAS PISTES DE COLOMBIA Y SU LABOR LA SIGUE SU HIJO ALIRIO GUZMAN J.R CUAL QUEI OPINION ENVIARLA AL CORREO DARKCBG1984@HOTMAIL.COM GRACIAS

  6. Los temas respecto al Paso Fino continúan. Estamos vivos. Gracias a Dios, cada día aumenta el número de deportistas y criadores puristas que han aceptado que el “Paso Fino” no deja de ser fino si es un movimiento rápido, sonoro, potente, enérgico y firme. Lamentablemente, por mucho tiempo se aceptó que una “pisada blanda” o “pisada suave” (entiéndase un poco lenta y sin energía) era lo que debía caracterizar y diferenciar el caballo de nuestra raza frente al caballo colombiano que se proyectaba fuerte y tosco en su forma de caminar. Hubo y todavía queda por ahí algunos trazos de que el caballo nuestro debe ser “delicado”. Eso no es conveniente, correcto ni racional.

    El caballo de Paso Fino debe ser en primer lugar un caballo saludable y superdotado atléticamente. La debilidad no es una virtud o cualidad deseable en un organismo vivo. Menos aún en un animal que depende de la huída para sobrevivir y que es presa dentro de la cadena alimenticia. En segundo lugar, tiene que ser un caballo con resolución, brío o disposición de trabajo incuestionable. En este punto yo aspiro que la raza de Paso Fino del s.XXI si no es posible superar por lo menos iguale al mejor caballo de silla del mundo en cuanto a brío. El brío es el “voltaje” del caballo. A mayor voltaje más luz, mas brillo, más sensacionalidad. Tercero, biomecánica perfecta. El “Paso Fino” no es un asunto de opinión en cuanto al asunto básico del equilibrio dinámico o comodidad del jinete. Un caballo sin una sucesión continua de triple apoyo sin duda alguna carece de la estabilidad que distingue la caballo de raza Paso Fino. Esta es la diferencia que debemos siempre cuidar y atesorar contra cualquier otro tipo de caballo. El triple apoyo aunque es la base del equilibrio dinámico se adorna y se mejora con otros elementos como es la distancia y la altura de la pisada, la flexibilidad (muy importante) en las articulaciones y la simetría general respecto a tiempo, ángulos e intensidad de la pisada. En estos matices está la “finura” y elegancia de un caballo de Paso Fino de excelencia.

    Aqui traigo una particular visión y conceptualización. Entiéndase que “paso fino” como modalidad es “paso”; meramente mecánica adaptada. Por eso no debería escribirse nunca con letras mayúsculas. Es el producto de una alteración o modificación de la huída natural del caballo “trochao” que inicia su huída hacia el galope en diagonales. Por eso, como meciona Romualdo la rapidez (cualidad atlética admirable) del caballo colombiano “habilitado” para ejecutar el “paso fino” puede deberse a ese factor de la trocha. Sin embargo, yo creo que debemos considerar otro factor. Debemos considerar la selección a favor de la fuerza explosiva, de una fibra muscular “blanca” y de una mayor masa muscular. Un caballo que no tenga estas condiciones en su fisiología no va a tener esa rapidez espectacular.

    Personalmente, creo (y veo un movimiento bien positivo en esta dirección) que nuestro caballo de Paso Fino (que no hace la transición hacia el galope en diagonales porque no tiene trote) en los últimos años muestra características superiores en cuanto a brío, una buena musculatura, rapidez, potencia atlética, simetría en el movimiento de las patas, resistencia cardio pulmonar y donaire. Vamos bien.

    ¿ De que debemos cuidarnos para no retroceder? La selección es el arma para preservar y mejorar la raza. Existen factores más heredables que otros. O sea, hay características en que el factor ambiental tiene más peso en su expresión (fenotipo) que el factor genético y viceversa.

    No importa si la característica es más “heredable” que otra, hemos aceptado la tesis de que un buen caballo es como un buen plato de comida. Si los ingredientes básicos no son de primera nunca tendrás un plato de excelencia al final. Ahora si tienes los ingredientes de primera y luego, no los procesas con arte y ciencia, tampoco tendrás un producto de calidad. Lo importante es no perder de vista en la planificación de tus cruces tres puntos esenciales: los genes no se mejoran ni se dañan por el factor del inbreeding o el tipo de cruce que se utilice. Sencillamente se aumentan las posibilidades que se transmita en la prole. Dos. Los genes bajan en bloque. Si selecciona tomando en consideración solo una característica tiene el riesgo de que esa venga acompañada de muchas indeseables. Tres. En cada cruce, se divide entre dos. O sea, la excelencia del padrote no baja completa, solo la mitad y vice versa. De ahí que es importante buscar animales completos en cuanto a cualidades.

    En varias ocasiones he leído (con mucha alegría y satisfacción) que Don César Figueroa afirmaba que una buena doma era aquella que permitía que el caballo o la yegua pudiese ser montada por cualquier persona. Pienso que ahí está la clave que más nos favorece para rescatar nuestra raza y reposicionarnos.

    El caballo de Paso Fino nace; no se hace. Este hecho es el que nos da la mayor ventaja competitiva y comparativa. Sin embargo, en el diseño y ejecución de las competencias de Paso Fino este factor no se utiliza para mostrar el hecho de que este es un caballo de raza de Paso Fino y no una modalidad. Urge que se analice un cambio radical en cuanto a la forma de competir y exhibir los caballos de Paso Fino. Inclusive, visualizo que los montadores profesionales deben ser también juzgados utilizando el criterio de Don César. Fácil. Que el caballo adiestrado sea montado por particulares en la competencia para que se demuestre: a. la doma puertorriqueña y b. la raza puertorriqueña. ¿Por qué? Por que el caballo no deberá ni mostrar indocilidad ni la pérdida de su habilidad para mantener su huída a paso fino. Podría perder cierto grado de reunión o traslacción pero sin que eso conlleve que el caballo cae en trocha o movimientos desequilibrados.

    Lo “natural” se impone. Lo que debemos hacer es elevar al punto más alto posible esto que es natural. Coincido con el amigo Ballester que el único límite en cuanto a rapidez y potencia atlética que debemos tener es el sacrificio del orden rítmico y biomecáncio de los cuatro tiempos simétricos en sucesión lateral. Que patine y bote fuego.

    Por último, felicito a Romualdo porque su página contribuye extraordinariamente a la cultura ecuestre en general. Eso nos parece bien importante para emprender los proyectos futuros de desarrollo agropecuario de la raza de Paso Fino.
    Gracias Romulado.

    Como siempre, nuestras ideas las expresamos con sinceridad y bajo el criterio y la convicción de que son juicios racionales, razonables y verficables. No por eso creo que son infalibles. Es sencillamente un intento de contribuir al diálogo fraternal para crecimiento mutuo.

    Eduardo A. Quijano Rivera

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