No hay duda en que la equitación se ha convertido en la piedra angular de nuestro deporte. Pero a pesar de su importancia, los que verdaderamente hacen posibles las competencias son los dueños y montadores, sin ellos y sus ejemplares no habría razón para competir. También están los fanáticos, que acuden a ver el espectáculo que se ha montado para ellos.
Pensemos en esto por un momento,
- las clases más altas y los campeonatos, se celebran a altas horas de la noche;
- una gran cantidad de los dueños y montadores tienen que viajar de una a dos horas para regresar a sus casas y cuadras;
- esto hace que estas personas estén en la carretera en horas de la madrugada;
- luego de llegar hay que desmontar los ejemplares y acomodarlos en sus respectivas jaulas;
- al día siguiente les espera un día fuerte de trabajo.
Con la ola de criminalidad que vivimos actualmente, no es seguro –ni para los dueños y montadores, ni para los ejemplares– estar en la carretera a altas horas de la noche. De hecho, antes les comenté que un dueño de caballos me dijo que por esta razón había dejado de llevar caballos a las competencias. Lo que no les dije es que este criador y dueño de caballos de Paso Fino me señaló que no sólo es peligroso, sino que es una falta de respeto para todos los que participan de las competencias que nos hagan salir a esas horas.
Por eso, vuelvo a preguntarme, ¿no será mucho más seguro para todos comenzar las competencias más temprano para así poder regresar a nuestras casas más temprano?
