Pure Puerto Rican Paso Fino horse with PR flag

Una vez pasados los días de vacaciones y nuestra participación en el Classic Celebration Show en Carolina del Sur, quisiera compartir con ustedes algunas ideas que ido reflexionando durante este viaje.

Situación de la Raza

Hace poco más de dos años se preparó un estudio para el Departamento de Agricultura donde se estimaba que la población de ejemplares de Paso Fino (entiéndase Puros Puertorriqueños) estaba entre 2,000 y 2,300 ejemplares en la Isla y 350 ejemplares en los Estados Unidos. Ese mismo estudio señalaba que se estaban inscribiendo menos de 100 ejemplares anualmente entre las 3 entidades de Puerto Rico (dato que se mantiene actualmente). Eso quiere decir que la población va en descenso y dentro unos años el número de ejemplares en la Isla podría bajar a 1,500 ejemplares. No tengo los datos de Estados Unidos, pero la realidad es similar: se está encastando muy poco y la cantidad de ejemplares va en descenso considerablemente. Esto, por sí solo, debería ser suficiente para levantar la bandera de peligro en cuanto al futuro de nuestra Raza de Paso Fino.

Puerto Rico y Estados Unidos, dos poblaciones que se complementan

Hay una diferencia muy grande entre la visión sobre la Raza de Paso Fino que tenemos en la Isla y la visión que tienen en Estados Unidos. Nosotros nos limitamos a ver nuestros ejemplares como animales de exhibición. La reproducción, las actividades, las competencias… todo va orientado hacia el Deporte de Paso Fino. En Estados Unidos, tal vez por tener otras clases en sus competencias, se tiene una visión más amplia de la Raza. Son ejemplares de exhibición, pero también se les valora como ejemplares de Pleasure y Performance, así como competidores en otras disciplinas ecuestres. Por ejemplo, hay una persona que utiliza sus ejemplares en carreras de endurance (distancia), hay otra que reconoce la habilidad innata de la Raza para trabajar ganado (tienen “cow sense” como los Cuartos de Milla), otras les enseñan a saltar y hacen acrobacias en ellos… en fin, no encajonan la Raza en un sólo nicho, sino que reconocen su versatilidad y la aprovechan.

En Puerto Rico, al enfocarnos en la Raza como ejemplares exclusivamente de exhibición—y sumándole la influencia indirecta del movimiento colombiano—, tendemos a buscar ejemplares más rápidos, más cortos, más “sonoros”… muchas veces a costa de la naturalidad (tenemos un número creciente de ejemplares de pasi-trote) y de la finura (hay muchos menos ejemplares verdaderamente finos que lo que sus dueños piensan). En Estados Unidos, en cambio, se han conservado líneas de sangre que ya no quedan o quedan muy poco en la Isla. Se ha mantenido el tamaño y la conformación (proporcionalmente, hay muchísimos menos ejemplares con problemas de aplomo que los que tenemos nosotros). Hay muchos ejemplares grandes, pero son refinados en sus formas (en Puerto Rico, en muchas ocasiones el tamaño va acompañado por rasgos ordinarios). Hay ejemplares naturales en la ejecución del ritmo, algo muy importante para ellos ya que son los mismos dueños quienes doman y entrenan sus ejemplares. Esto contrasta con nuestra realidad, donde cada vez tenemos más ejemplares habilitados, que sin la escorfina u otras ayudas no marcan el ritmo con tanta claridad o con tanta “finura”. Por último, la raza en Estados Unidos es longeva, donde llegar a los 28 o 30 años no son las excepciones sino casi la norma general.

Paso Fino, Classic Fino, Performance y Pleasure

En ocasiones, cuando hablo sobre este tema en Puerto Rico, me pareciera como si hubiera algo malo o denigrante con los ejemplares de Performance y Pleasure. Como si fueran menos de “Paso Fino”. Los etiquetamos como “caballos de paseo” o comparamos estos eventos con la desaparecida Condiciones Generales. Nada más lejos de la verdad.

Debemos comenzar por entender que “Paso Fino” es el nombre de nuestra Raza, así que todos los ejemplares—los mejores, los regulares y los flojos… los que pisan suave y los que pisan duro… los que flexionan exageradamente las rodillas y los que casi no levantan las patas del piso… los campeones y los que nunca, ni por casualidad, han ganado un premio—, todos son ejemplares de Paso Fino. Ahora, que todos pertenezcan a la Raza no quiere decir que todos ejecutan el ritmo del Paso Fino según lo hemos definido en nuestros reglamentos.

Nuevamente, nosotros encajonamos todos nuestros ejemplares bajo un único criterio de exhibición, mientras que en Estados Unidos han sabido reconocer que no todos los ejemplares, aunque todos sean de Paso Fino, ejecutan el ritmo de la misma forma. Por eso crearon las clases de Performance y Pleasure, y mientras nosotros obligamos los nuestros a cumplir con unos parámetros que no reúnen, ellos propician que sus ejemplares se expresen en el estilo que les resulta más cómodo y natural. Dicho de otra manera, nosotros forzamos el descarte de ejemplares, mientras que ellos valoran la diversidad de estilos y han buscado un sistema para evaluarlos en igualdad de condiciones.

Para que tengamos una idea más clara de las diferencias entre las tres clases, voy a compartir unos conceptos que Lynn Gallup, juez certificada de la PFHA, usa para describirlas. Dice Lynn que,

  • el Classic Fino es como una bailarina de ballet clásico bailando en puntas, dando pasos muy cortos y muy rápidos: el ejemplar luce con gracia y energía mientras avanza muy poco, sin verse forzado, sino natural y delicado;
  • el Performance es como un automóvil deportivo con un motor turbo: el ejemplar es energético y de acción elevada de sus patas, mecánica que se mantiene tanto en el paso corto como en el largo;
  • el Pleasure es como un paseo en una bicicleta de diez cambios por una ruta escénica: el ejemplar tiene movimientos más relajados y suaves, aunque manteniendo la elegancia y ritmo natural durante los pasos corto y largo.

¿Qué nos dice todo esto?

1. Tenemos una raza versátil y, mientas en Estados Unidos lo reconocen, nosotros fallamos en darle la importancia que tienen las otras disciplinas en las que puede sobresalir. El último día del Show hablaba con Jorge Vivó, hermano de nuestro querido Pepe Vivó (qepd), y le decía que la ironía en la Isla es que hay puristas que tienen un caballo de Paso Fino para las competencias, pero un mediasangre para cabalgar…

2. La Raza en Puerto Rico y la Raza en Estados Unidos se complementan una a la otra, y eso podría ser el puente para recuperar lo que se ha perdido en cada población. Pero para esto primero hay que reconocer que hemos perdido características y, reconociéndolo, surja en nosotros el deseo de recuperarlas. Hace unos años que algunos hablamos de buscar “el caballo completo”, ese deseo no surge de la nada, sino de ver lo que tienen en Estados Unidos que nosotros ya no tenemos, y viceversa.

3. Todos los ejemplares que pertenecen a la Raza llevan el nombre de “Paso Fino” y todos ejecutan un ritmo de cuatro tiempos laterales e isócronos, pero lo hacen con distintos niveles de finura, reunión, energía, fluidez, etc. En Estados Unidos clasifican estas diferencias llamándoles “Classic Fino”, “Performance” y “Pleasure”, y sus ejemplares son evaluados según su estilo. En Puerto Rico no hacemos distinción alguna y todos los ejemplares, independientemente de sus cualidades, son evaluados bajo un único criterio de “Paso Fino” (similar al “Classic Fino” americano).

4. Lo ejemplares “finos” (Paso Fino en la Isla y Classic Fino en USA) representan una minoría dentro de la Raza. La diferencia es que el sistema americano ha encontrado una forma de evaluarlos de manera justa, mientras que nosotros, al usar un único modelo, hemos ido modificando nuestra idea de “finura” y en las competencias vemos ejemplares ganando premios importantes sin ser “finos” (son de Paso Fino por pertenecer a la Raza, pero su mecánica se aparta considerablemente de nuestra definición del aire del Paso Fino).

5. Esto nos presenta dos posibles caminos a seguir: o implementamos un sistema más justo para evaluar los distintos estilos de andar (a la usanza de USA), o somos proactivos encastando y premiando los ejemplares que verdaderamente cumplen con la descripción del andar que hemos definido.

Una necesidad urgente y apremiante de promoción

Hay otra realidad que es tan o más importante que la merma de ejemplares, la complementariedad de las dos poblaciones (PR y USA) y los diferentes estilos de andar de nuestros ejemplares: nuestra Raza está huérfana de promoción (tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos).

Cuando miramos el Paso Fino podemos ver dos realidades que, aunque relacionadas, son distintas: la Raza y el Deporte. Se puede amar la Raza y no ser deportista, como se puede ser deportista y no tener un apego real por la Raza. Pero independientemente de lo que nos motive, recordemos siempre, siempre, siempre que sin Raza no puede haber Deporte.

Las entidades, sean las entidades en la Isla o la entidad en Estados Unidos, se enfocan en el Deporte. Claro, para regular el Deporte tienen que mantener los registros y definir (mejor o peor) lo que es el Paso Fino. Pero su prioridad es el Deporte. Ese es su norte, su motor, a lo que dedican sus esfuerzos. Y eso es normal, pero deja que la promoción de la Raza quede en un segundo plano y se nutra, mayormente, de iniciativas privadas.

Si nos fijamos en el Show que se celebró en Carolina del Sur la semana pasada, podemos observar como se levantó una gran expectativa en las redes sociales. Se lanzó un reto, se promocionó en distintos grupos, se presentaron algunos ejemplares… se creó expectación y deseo de ser parte del Show. El saldo fue la participación de 28 ejemplares, que en una población de 350 animales representa un 8%. Esto contrasta con el índice de participación en la Isla, donde en las competencias grandes participan 100 o 110 ejemplares de una población de 2,300 (menos de un 5%). Y debo recalcar que competencias grandes son la Feria Dulce Sueño y la Feria del Campo, porque si fuéramos a comparar las estadísticas de las competencias cerradas (Estatales, Nacionales e Insulares) con los campeonatos anuales de la PPRPF Federation (eso es lo que es el Classic Celebration Show) nos sorprenderíamos.

Podemos pensar que nosotros también hacemos este tipo de promoción en nuestras competencias. Pero en el caso de Ramón Bodón y Denisse Cancel, que fueron quienes se dieron a la tarea de motivar la participación en el Show, lo que se hizo tras bastidores fue lo que rindió fruto: comunicación directa y personal con los dueños de los ejemplares.

Un evento que me ha llamado mucho la atención en los 3 años que he asistido al Show en Estados Unidos se llama el “Celebrity Class”. Este es un evento donde compiten entre ellos algunas celebridades invitadas (reporteros, artistas, líderes de la comunidad, etc., este año había 8 celebridades). Les prestan los caballos y yeguas campeones y, si no saben montar, los acompañan un palafrenero durante la competencia. Esta clase la graban los medios noticiosos y luego la transmiten, siendo un gran instrumento de promoción para la Raza. Esto es un ejemplo de algo que podríamos implementar en la Feria Dulce Sueño o la Feria del Campo.

Reconozco que atravesamos tiempos difíciles y que las entidades pasan mucho trabajo levantando los fondos para realizar sus competencias. Pero debemos preguntarnos, ¿tantas competencias al año son necesarias? Tal vez nuestra realidad económica actual nos está brindando la oportunidad para reducir la cantidad de competencia y dedicarle más esfuerzos a que las que se hagan sean de mayor envergadura. La promoción no siempre tiene un costo monetario, como vimos con el evento de las celebridades o las iniciativas de Ramón y Denisse en el Classic Celebration Show. Pero si tenemos un calendario cargado de competencias y dedicamos nuestros esfuerzos a cumplir con unas metas de “tiempos de vacas gordas”, no nos sobrará tiempo y energía para buscar maneras creativas de promocionar la Raza.

¡Y es que esa promoción es tan necesaria! No es algo opcional, ni podemos seguir postergándolo. Seamos realistas, si dejamos que las cosas sigan el paso que llevan, nuestra Raza va a seguir en descenso. Y cada año que pasa se hace más difícil recuperar lo que estamos perdiendo.

Veámoslo desde otro ángulo. Las Justas de Equitación son la herramienta perfecta para crear nuevos caballistas. Pero para que esto pueda rendir frutos, esos jóvenes jinetes y amazonas tienen que enamorarse de la Raza, no del Deporte. Si aprenden a amar la Raza se envolverán en todos los aspectos de esta, incluyendo las competencias de equitación. Pero si lo ven como un deporte más y no se crea un vínculo entre el/la joven y un ejemplar específico, no crecerá el amor por la Raza. Esta es la razón por la que jóvenes compiten lo mismo en nuestras competencias que en el movimiento colombiano, no es la Raza lo que les atrae sino el Deporte. Una vez establecida la dinámica de alquilar ejemplares es difícil volver atrás, pues en una economía maltrecha se ha abierto un mercado de alquiler que ayuda a algunos dueños con los gastos de sus ejemplares. Por eso se debería considerar dar una bonificación considerable de puntos a los jóvenes que participen en sus ejemplares propios. Una bonificación que sirva de aliciente para que esos jóvenes deseen adquirir un ejemplar. Una bonificación que represente la diferencia entre ganar o perder una competencia… o las Justas. Que no se premie a quien alquiló el campeón, sino al que hace un esfuerzo verdadero por ser parte de la Raza.

Tenemos que promocionar la Raza y tenemos que fomentar la creación de nuevos dueños y criadores. Tenemos que hacerlo ahora.

Dos ejemplos dignos de admirar

La raza de caballos Gypsy Vanners era prácticamente desconocida hasta el año 1996, cuando Dennis Thompsom ayudó a crear el primer registro formal y se fundaron las primeras organizaciones para regularla. Ese mismo año se importaron los primeros caballos a Estados Unidos. Hoy en día es una raza reconocida a nivel mundial y cuenta con 7,000 ejemplares registrados en Estados Unidos, y otros tantos en Argentina, Colombia, Canadá, Nueva Zelandia y Gran Bretaña (su lugar de origen). ¿Cómo lo consiguieron? ¡Promoción!

El caballo de Paso Higüeyano representa el esfuerzo por rescatar la raza criolla de la República Dominicana (donde nuestro caballo de Paso Fino tuvo participación). Es impresionante como en pocos años se ha logrado alimentar el amor patrio que nuestros hermanos dominicanos sienten por su raza autóctona, tanto así que hoy en día cuentan con cerca de 3,000 ejemplares inscritos. Esto es una cantidad mayor que los ejemplares de Paso Fino que tenemos en la Isla y Estados Unidos combinados. ¿Cómo lo han hecho? ¡Promoción!

En este momento no hay nada más importante que podamos hacer por la Raza que promocionarla. Todas las competencias que se hacen en la Isla y en Estados Unidos juntas no pueden conservar nuestra Raza viva. Solamente si la promocionamos y la ayudamos a crecer, podremos conservarla como patrimonio para nuestros hijos.

Una propuesta

No quisiera terminar esta reflexión sin presentar una posible ruta a seguir. Propondría que las 3 entidades de la Isla, en unión de la entidad en Estados Unidos, nombren un comité que pueda trabajar iniciativas concretas para la promoción de nuestra Raza.

Debería ser un comité:

  • que funcione de forma independiente;
  • que esté compuesto por un representante de cada entidad participante;
  • que los representantes sean voluntarios y tengan un deseo genuino y serio de promocionar la Raza;
  • que los nombramientos tengan una vigencia prolongada (no atadas a la elección de nuevas Juntas), propongo que sea por 3 años;
  • que tenga la facultad para buscar auspicios para cubrir los gastos que incurran en la promoción de la Raza;
  • que tenga el apoyo de las entidades para proveerle información adelantada (siempre que sea posible) de las actividades que se estarán realizando (calendario);
  • que además del Deporte (competencias), busque realzar las demás habilidades de nuestra Raza (versatilidad).

La promoción de la Raza no es anunciar competencias, ni buscar darles realce a ejemplares específicos, sino buscar oportunidades donde la Raza pueda darse a conocer en nuevos escenarios. La promoción debe ir acompañada de educación, donde la información que se comunique sea lo más correcta y precisa posible. Tanto la promoción como la educación deben llevarse en clave inclusiva, buscando atraer la atención de todos (si se hace solo para los Puristas no se están atrayendo nuevos adeptos a la Raza).

Espero que estas líneas sirvan para que tú—en singular, tú que me estás leyendo—puedas crear conciencia de la situación que enfrentamos y de la urgencia de atenderla cuanto antes.

¡La Raza—nuestra Raza—cuenta contigo!

Comentarios de otras personas

  1. Yo e visto en PR mucho caballo de pueblo con andares finos igual o mejores que muchos que e visto en muchas competencias. Lo que se debe hacer es evaluar esos caballos y yeguas y con esos ejemplares refrescar nuestra raza caballar. Cuando estudie en el Colegio regional de la montaña centro de Utuado (CORMO) me hospede en el bario sabana grande a un señor bastante mayor salia de un camino de tierra con un caballo que hoy dia seria la envidia de cualquier dueño,montador o cualquier entidad.

    1. Luis, la raza no necesita ser “refrescada”, por el contrario, traer sangre de fuera lo que hace es diluir las características que se vienen preservando por años, además de introducir otras características indeseables.

      Dicho esto, lo que tú propones se intentó cuando se inscribían ejemplares por inspección visual. En ese tiempo existía una población de caballos criollos que compartían una misma base genética con los ejemplares inscritos. El resultado no aportó nada especial a la raza. Hoy en día existe el agravante de que los caballos criollos han desaparecido y lo que se encuentra en la población de caballos de paseo están cruzado con los descartes del movimiento colombiano.

      Fíjate, en ocasiones he leído personas que cuestionan la pureza de nuestra raza y hablan de los supuestos cruces con caballos Morgans, Tennessee Walkers, Árabes, etc. Sin embargo, hace unos años estuve en una charla del Dr. Gus Cothran, geneticista de la Universidad de Texas, y él mencionaba que la raza puertorriqueña de Paso Fino es la raza de caballos más cercana genéticamente al antiguo caballo ibérico traído por los conquistadores. O sea, tenemos dos ideas contrarias e irreconciliables… o hemos tenido influencia exterior (Morgan, TW, Árabe, etc) o se ha mantenido pura. La ciencia dice que es la segunda, POR ESO es tan importante mantener la pureza de la raza, cosa que solamente se consigue cruzando dentro de ella y garantizando esos cruces con las pruebas de ADN y filiación genética.

      Por otra parte, esos caballos de pueblo que dices que son iguales o mejores que muchos inscritos, necesitaríamos estudiar cuáles son los criterios: mejores según los parámetros de nuestra raza o mejores usando como medida lo que se ve en las pistas colombianas?

      1. Don Romualdo,los caballos que menciono son mejores según los parametos de nuestra raza tales como:tren posterior, finura y movimiento de traslación como si estuvieran pisando flores.

        1. Luis, no se trata de si son “mejores” como tú dices, se trata de la pureza de la raza. En los caballos “de pueblo” no se puede verificar su ascendencia y la realidad es que el caballo criollo de PR prácticamente ha desaparecido por la mezcla con colombianos.

          En la raza hay muy buenos caballos y yeguas, lo que hay es que castar con conciencia y buscar las características que se quieren recuperar.

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