Por Antonio Ramírez Córdova

Antón, que tiene cosas de poeta, permaneció un rato en silencio y nos sorprendió a todos cuando afirmó que:

Un caballo de paso fino puede ser:
un brindis,
una copa,
un mediodía,
un dos de mayo,
un dulce sueño,
un pirata,
un arcoiris,
y un marinero
pero nada puede ser un caballo de paso fino.

Después tomó su trago de ron y pidió una picadera de jamón y queso.

Dichos de Antón sobre el Caballo Puertorriqueño de Paso Fino (15)

Antón está inspirado hoy… A mí me ha gustado mucho—muchísimo—el juego de las palabras y los nombres de caballos famosos. La verdad es que un caballo de Paso Fino puede ser muchas cosas, no sólo por lo que representa (como tesoro cultural y herencia de nuestros antepasados), sino también por las pasiones que inspira en dueños, criadores, entrenadores y fanáticos en general. No sé tú, pero yo creo que no hay mejor sinfonía que el ta-ca-ta-ca-ta-ca-ta-ca de un caballo Puro… y no hay mejor lugar desde donde disfrutar el concierto que desde el lomo de un buen ejemplar.

Pero, así como el caballo puertorriqueño de Paso Fino puede ser muchas cosas, así también es único. Inigualable. Irrepetible. Inimitable (aunque algunos tratan…). No hay otro caballo como el caballo puertorriqueño de Paso Fino. Eso debe llenarnos de orgullo… pero también es un gran compromiso. Porque nuestra raza merece—es nuestro deber y responsabilidad como sus custodios—que la conservemos pura. Pura en su genética, de eso se encargan las entidades con sus registros y pruebas de ADN. Pero también pura en su esencia, en esas características que la definen como el mejor caballo de silla del mundo.

Yo casi nunca bebo, pero hoy tengo que levantar mi copa junto con Antón y brindar: ¡Qué viva el Paso Fino!


Foto de Copita (algunos le llamaban Copita Don Q por ser de Serrallés). Copita era hijo de Dulce Sueño. El domingo 27 de junio de 1943, la recién formada Asociación de Dueños de Caballos de Silla de Puerto Rico celebró su primer Concurso de Caballos de Silla en el antiguo Hipódromo Las Monjas en Hato Rey. La foto inmortaliza aquel día, cuando Copita alcanzó el primer lugar en los Potros de Bellas Formas y el tercer puesto en los Potros de Paso Fino hasta cuatro y medio años de edad. Lo sostiene Fifito Leddé.

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