Hablemos de Trocha (2 de 2)

by Romualdo on July 1, 2007 in Colombianos

En el primer artí­culo vimos el origen de la Trocha y su relación con el Caballo de Paso Colombiano… en este segundo artículo trataremos de explicar la mecánica de la Trocha y cómo esta compara con el aire del Paso Fino…

Para poder entrar a explicar el movimiento de la Trocha primero tenemos que entender el movimiento del Paso Fino… y para esto utilizaremos parte de la descripción que aparece en el artí­culo ¿Qué es Paso Fino?

El movimiento básico de un ejemplar de Paso Fino se divide de cuatro tiempos iguales que, a manera de ejemplo, describiremos como: (1) pata izquierda – (2) mano izquierda – (3) pata derecha – (4) mano derecha… Cada uno de estos movimientos transcurre en un espacio de tiempo igual… a esa cadencia de movimientos igualmente espaciados le llamamos isocronismo…

Tradicionalmente hemos dicho que el Paso Fino es un movimiento en “cuatro tiempos laterales” porque, visualmente, da esta impresión… Pero en la realidad, al analizar la mecánica del movimiento, encontramos que el Paso Fino no es lateral (como es la Ambladura), ni es diagonal (como es el Trote), sino que es lo que en inglés se conoce como un “square gait”…

Veamos los cuatro tiempos básicos de los que hablábamos hace un momento: (1) pata izquierda – (2) mano izquierda – (3) pata derecha – (4) mano derecha… Si tomamos la primera parte de este movimiento: (1) pata izquierda – (2) mano izquierda; apreciamos un movimiento lateral, pues ambas patas pertenecen al mismo lado… Pero al examinar el movimiento siguiente: (2) mano izquierda – (3) pata derecha; apreciamos un movimiento diagonal, pues son patas diagonalmente opuestas…

Al examinar los dos aires básicos de la Ambladura y el Trote observamos que ambos aires se realizan en dos tiempos, por bípedos o pares simultáneos… en el caso de la Ambladura, el caballo se desplaza utilizando bí­pedos laterales, o sea, mano y pata de un mismo lado… en el caso del Trote, por bípedos diagonales, o sea, mano y pata de lados opuestos…

Cuando uno de estos dos aires básicos se “rompe”, o sea, que dentro de un mismo bí­pedo una mano o pata se adelante a la otra, entonces el movimiento pasa de dos a cuatro tiempos… El justo medio entre la Ambladura y el Trote, ese punto en donde los cuatro tiempos están igualmente espaciados entre ellos, ese punto deja de ser lateral o diagonal pues las patas no se mueven por bípedos, sino independientemente unas de otras… y ese medio es donde se encuentra el Paso Fino…

Cuando la cadencia no es uniforme en los cuatro tiempos, o sea, que falta isocronismo, el ritmo se mueve hacia uno de los dos extremos, hacia la Ambladura o hacia el Trote… En el Paso Fino Puro Puertorriqueño, la falta de ritmo en un ejemplar le hace tender hacia el lateral o Ambladura y encontramos que el ejemplar se “endosa”… En el Paso Colombiano, la falta de ritmo le hace tender hacia la diagonal o Trote y decimos que el ejemplar se “trocha”… Entonces, podemos decir que la Trocha es un punto intermedio entre el Paso Fino y el Trote… con una secuencia en las pisadas similar al Paso Fino, pero un ritmo muy cercano al Trote…

Secuencia

Ya dijimos que el Paso Fino no es un aire lateral ni diagonal, sino que patas y manos se mueven independientemente en cuatro tiempos isócronos: 1 – 2 – 3 – 4 – 1 – 2 – 3 – 4… y su sonido característico es ta-ca-ta-ca-ta-ca-ta-ca

La Trocha, por su parte, surge de un Trote que se “rompe” de dos a cuatro tiempos… produciéndose un retraso de la pata con respecto a la mano (o un adelantamiento de la mano con respecto a la pata, según se vea)… así­ podemos describir el movimiento básico como: (1) mano izquierda – (2) pata derecha – (3) mano derecha – (4) pata izquierda… aunque con una cadencia desigualmente espaciada: 1 2 – 3 4 – 1 2 – 3 4… Es importante entender esto, la Trocha tiene una cadencia desigual, o sea, no es un aire isócrono… por lo que las patas se siguen moviendo en bípedos diagonales…

El sonido caracterí­stico para el Trote es tas – tas – tas – tas… sin embargo, como la Trocha es un Trote roto donde la mano y la pata del bípedo diagonal comienzan su recorrido simultáneamente, pero al pisar, la mano precede a la pata por una pequeña fracción de tiempo… eso hace que los cuatro tiempos no sean claramente apreciables al oído… aun así, el sonido característico de la Trocha resulta único y particular: tras – tras – tras – tras

En el artí­culo anterior vimos que al estabilizarse la Trocha, esta paso, de ser un aire secundario en los Caballos de Paso Colombiano, a ser una nueva modalidad dentro del Caballo Criollo Colombiano… pero en realidad el resultado son dos modalidades, dependiendo de la cadencia de la Trocha y si la misma viene acompañada de la ejecución del Galope… Por ejemplo, la Trocha en un ejemplar de Trocha & Galope debe tener una cadencia mediana donde la cadencia de la Trocha combine con la cadencia media del Galope… Sin embargo, un ejemplar de Trocha Pura Colombiana mostrará una cadencia mucho más rápida…

Como dato curioso podemos mencionar que la Trocha no es un “aire” exclusivo del Caballo Criollo Colombiano, aunque debemos admitir que el pulimento y la rapidez que ha alcanzado en Colombia son extraordinarios… por ejemplo, podemos encontrar su “equivalente” en el Fox Trot, del Missouri Foxtrotter… y en el Pasitrote, del Caballo de Paso Peruano…

Siguiendo con nuestro análisis de la Trocha en comparación con el Paso Fino… de seguro hemos escuchado que hay ejemplares de Paso Colombiano que “descansan” o tienden a la Trocha… también que hay caballos “trochados” que pueden habilitarse al Paso Fino… Vamos a examinar esto un poco y ver lo que significa para nosotros…

Hace un rato dije que la Trocha es un punto intermedio entre el Paso Fino y el Trote, con una secuencia en las pisadas similar al Paso Fino, pero un ritmo muy cercano al Trote… También dijimos que en el Paso Fino la secuencia era: (1) pata izquierda – (2) mano izquierda – (3) pata derecha – (4) mano derecha – (1) pata izquierda – (2) mano izquierda – (3) pata derecha – (4) mano derecha…

En el Paso Fino las patas se mueven cada una levantándose y posándose en el suelo de manera independientemente… siguiendo la secuencia que aparece arriba con un ritmo isócrono…

En la Trocha, a diferencia del Paso Fino, el movimiento se inicia cuando uno de los bí­pedos (mano y patas opuestos) se levanta simultáneamente del suelo… y el primer tiempo lo contamos al posar la mano en el suelo… seguida muy de cerca con la pata diagonalmente opuesta, para el segundo tiempo… estos dos tiempos suceden muy rápido uno detrás del otro… transcurre un tiempo de transición más largo (similar al Trote)… para levantarse simultáneamente el segundo bí­pedo… al posar la mano se cuenta el tercer tiempo… seguida muy de cerca por la pata opuesta para el cuarto tiempo… y otro tiempo más largo de transición… Si observamos la secuencia de pisadas de la Trocha – que aparece marcada en rojo – es idéntica a la secuencia del Paso Fino… aunque su ritmo es muy diferente…

Si nos hemos fijado alguna vez, una de las pruebas de dificultad que realizan los jueces es detener un ejemplar en la pista dura, para pedirle que reanude su marcha desde una posición de descanso… esto permite apreciar la secuencia de la pisada en ese ejemplar específico, de acuerdo a como inicia su marcha…

Existe una relación muy estrecha entre el Paso Fino Colombiano y la Trocha… una línea muy fina, donde la tendencia hacia uno u otro está determinada por el ritmo del ejemplar… Por esta razón Raúl Estrada Londoño, en su libro “Chalanerí­a Colombiana”, explica que el caballo de Trocha se “afina” si su ritmo histórico no es muy puro, o si su chalán lo aprieta y recorta de manera simultánea… por eso dice que un caballo de Trocha se “pule”, pero no se “calibra”… porque este apretar y recortar varí­a el ritmo de la Trocha y habilita al ejemplar hacia el Paso Fino…

Como dicen que una imagen vale más que mil palabras… no hay mejor forma para aprender sobre la Trocha que viéndola “en acción”… así­ que aquí­ les traigo un video de Bucéfalo de Vuelta Grande, un ejemplar Fuera de Concurso en la modalidad de Trocha & Galope…

Una opinión muy personal…
Hoy en día vemos ejemplares donde su ascendencia genética es de Paso Fino Colombiano… sus padres y abuelos son ejemplares de Paso Fino Colombiano… sin embargo, ellos “prefieren” el aire de la Trocha… Estos animales no “descansan” en la Trocha, como sucedí­a con el “Paso Castellano”, sino que indiscutiblemente tienden a preferir la Trocha como aire principal… Tampoco son ejemplares de Trocha, ya que vimos que las exigencias de esta modalidad rechazan toda posibilidad de que el ejemplar se “afine” o tienda al “fino” dentro o fuera de la pista…

Este “problema” lo podemos apreciar de manera más marcada en Estados Unidos, donde se ha propagado la noción de que el Caballo de Paso puede y debe ejecutar este segundo aire… Me preocupa que algunos de estos caballos, caballos que lucen imponentes a la vista… por su fenotipo… por su rapidez… por su colección… pero que no pueden presentarse en una competencia porque no son capaces de sostener el ritmo del Paso Fino durante la misma… esos son los caballos más usados en la recrí­a… y me pregunto, ¿qué podrán transmitirle ellos a la próxima generación?… ¿rapidez?… ¿colección?… pero, ¿y el ritmo del Paso Fino… podrán ellos transmitir un ritmo que no tienen?…

Me parece – y me perdonan los amantes del Caballo de Paso Colombiano por la intromisión de un Purista en sus asuntos – que deberí­an adoptar algunas de las exigencias que implementaron los criadores de Trocha Pura Colombiana… Sólo exigiendo el ritmo del Paso Fino en las competencias serán capaces de conservarlo y pasarlo a futuras generaciones…

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Bibliografí­a

  1. American Trote and Trocha Association – ATTA
  2. Jaime Mejí­a Escobar y Camilo de Francisco Saavedra, “El Caballo de Paso Colombiano”
  3. John Jairo Galvis, “La Trocha es otra cosa”
  4. Mario Gómez Caballero, “Historia del Caballo de Paso Fino Colombiano” (Fedequinas)
  5. Pedro Luis Mogollón, “Why Paso Finos Trocha!”
  6. Rhonda Hart-Poe, “Staccato Beat! Gaits of the Paso Fino”
  7. Raúl Estrada Londoño, “Chalanerí­a Colombiana” y “Chalanerí­a Colombiana II”
  8. Raúl Estrada Londoño, “El Caballo de Paso Fino Colombiano, una autentica raza criolla”
  9. Raúl Estrada Londoño, “The Airs or Gaits and the Conformational Characteristics of Our Native Horses”

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Hablemos de Trocha (1 de 2)

by Romualdo on July 1, 2007 in Colombianos

La Trocha es un “aire” propio del Caballo Criollo Colombiano… y no hay duda que todos los caballistas colombianos pueden reconocer la diferencia entre Paso Fino y Trocha… pero fuera de Colombia, donde la Trocha ha venido a conocerse recientemente, existe una gran confusión sobre lo que realmente es la Trocha… su origen junto al Caballo de Paso… su desarrollo actual… su mecánica de movimiento… Más aún, continuamente vemos aficionados y hasta jueces, utilizar el término “trocha” o “trochado” para referirse a un ejemplar que está fuera de paso… Esto me llama mucho la atención, especialmente en el Purismo, donde la Trocha no es un “aire” propio del Paso Fino Puro Puertorriqueño…

Por eso he decido escribir esta serie de dos artículos donde pretendo desarrollar una pequeña “catequesis” sobre lo que es la Trocha… En el primero, mirando su origen y relación con el Paso Colombiano… y el perfeccionamiento que ha alcanzado en la modalidad de la Trocha Pura Colombiana… Y en el segundo artí­culo les presentaré una descripción de la mecánica de la Trocha en comparación con el Paso Fino…

Para hablar del origen de la Trocha tenemos necesariamente que hablar de la historia del Caballo Criollo Colombiano, en especial el Caballo de Paso… Mario Gómez Caballero, en su “Historia del Caballo de Paso Fino Colombiano”, nos cuenta que en Colombia existían dos centros de recría importante, cada uno con un tipo de caballo muy definido y de caracterí­sticas propias…

Uno de estos centros de recrí­a se desarrolló en la planicie Cundi-Boyacense (Cundinamarca y Boyacá), en un hábitat de humedad y de planicie… Estos caballos nací­an entre los pantanos y desarrollaron un tí­pico andar de “pinceleo” en las manos, similar al que los peruanos llaman “término”… El otro se desarrolló en las montañas de Antioquia, entre mucho barro y caminos de cangilones (zanjas) muy profundos que se hacen en las “trochas” del monte (la palabra trocha significa una vereda estrecha que sirve de atajo o un camino abierto en la maleza)…

El caballo de “pinceleo”, que se criaba en el pantano, era muy distinto al de “pistoneo”, que se criaba en la zona montañosa del suroeste antioqueño… Por ejemplo, el movimiento de “pincel en las manos” les hací­a fácil despegar de los pantanos, cosa que le hubiera representado un gran esfuerzo al caballo de “pistoneo”… Estos caballos de “pinceleo” eran de casco ancho y “hací­an el término” para que les rindiera más dentro del agua y los pantanos…

El de “pistoneo”, en cambio, era suave de andar… por el frente se observaba que las manos y las patas eran de “pistón”, caracterí­stica que desarrollaron para no caerse cuando se metían en los cangilones… Este tipo de “andar de pistón”, de gran elasticidad y potencia, fue el tipo de andar que se prefirió entre los criadores colombianos y puede reconocerse en el Paso Fino, en la Trocha Castellana (o Paso Castellano) y en la Trocha Pura Colombiana moderna…

En los años 30, en la Hacienda La Chucua de Cundinamarca, se cruzaron unas yeguas de “pinceleo” conocidas como las “Chulas”, con dos caballos de “pistoneo” provenientes de Antioquia: El Mico y El Antioqueño… Este cruce de las yeguas de La Chucua, que eran fenotí­picamente parecidas a lo que hoy son los caballos peruanos, yeguas de “término” o de “pinceleo en las manos”, arrastradas de patas, pero muy suaves y de un brí­o impresionante… con los dos caballos de “Paso Castellano” traí­dos de Antioquia, producen magní­ficamente y de allá­ nace la famosa estirpe de Los Chucuanos…

Todo el mundo comienza a admirar esos animales y comienzan a cruzar sus yeguas y caballos con esos ejemplares: suaves, muy fogosos y que rendí­a mucho al caminar… Surgió entonces una raza muy briosa, muy dócil pero que desplaza mucho al andar…

Raúl Estrada Londoño, en “El Caballo de Paso Fino Colombiano, una autentica raza Criolla”, nos dice:

…los caballos de “Paso Castellano”, producto intermedio en el último proceso de encaste conocido, aquellos que en nuestro occidente colombiano, especialmente en Antioquia, por allá en los años de 1950 “trochaban en el camino y entraban finos al pueblo”, eran adquiridos permanentemente por los criadores de la Sabana de Bogotá para, “eliminar con ellos el voleado de brazos y producir un caballo más corto”, en sus ejemplares de paso fino descendientes de los traí­dos desde Santa Marta por Don Gonzalo Jiménez de Quesada para la fundación de Bogotá en 1538, gracias a los “resultados y medidas que transmití­a el trochecito castellano, ya que en esta tierra no lo habí­a”.

Es importante notar que en este tiempo no existí­a la Trocha como una modalidad aparte o definida, sino que esta Trocha “original” era parte integral de muchas familias importantes en la caballada Criolla Colombiana… especialmente, en las familias de caballos de “pistoneo”, que ha sido el andar que se ha desarrollado en el Caballo de Paso Colombiano moderno… Es por esta caracterí­stica genética que se “justifica” que ciertas lí­neas de Caballos de Paso Colombiano “descansen en la Trocha”… pero ojo, que algo sea justificado no quiere decir que se ideal o deseable…

Me refiero a esta Trocha como Trocha “original” para diferenciarla a la Trocha “moderna”, que es un aire muy definido en sí­ mismo y desarrollado como una modalidad de exhibición… Para entender un poco mejor el propósito de esa Trocha original y su aceptación dentro del Caballo de Paso Colombiano de esa época podemos compararlo con el paso largo o andadura que realizaban nuestros caballos de Paso Fino en Puerto Rico… La Trocha era un aire secundario que se usaba para cubrir terreno, pero al recoger al ejemplar, este regresaba a su aire primario que era el Paso Colombiano…

La Trocha “moderna” tiene su origen en un caballo prepotente que revolucionó toda la crianza caballar de Colombia, pero muy en especial el aire de la Trocha… A este respecto, Raúl Estrada Londoño, en “Chalanerí­a Colombiana”, nos dice:

Su presencia en nuestro caballo es relativamente nueva si la analizamos por su origen genético, aun cuando también se producí­a en el caballo de Paso Fino de la región Andina, como un aire secundario de descanso del animal, cuando este quería mermar el ritmo y su jinete le exigí­a hacerlo con métrica y cadencia determinadas. Entonces, el caballo para mover con menos velocidad sus miembros, tenía que modificar sus desplazamientos, cambiando el bí­pedo lateral del “paso”, por el bí­pedo diagonal de la “trocha”.

El Sr. Estrada sigue explicando cómo el caballo Don Danilo estabilizó el aire de la Trocha, dando inicio a la modalidad de la Trocha Pura Colombiana…

Hacia el año de 1960 apareciá en el panorama caballí­stico colombiano Don Danilo, como un ejemplar dominante, no sólo por la evidente calidad de sus movimientos, sino, por la fuerza con la cual transmitiá en los años siguientes una nuevas y muy marcadas caracterí­sticas de orden fenotí­pico y genotípico.

En cuanto a las primeras, se apreciá con mucha definición una nueva línea de grupa, redonda y de desprendimiento de cola más alto; un menor adorno con aquella; un cuello más corto y triangular; un mayor ancho de ancas y pecho, acompañado de una inesperada fortaleza y elevación de los brazos. En la mayoría de los ejemplares apareciá también un mejor resorte en el corvejón de las patas, que permitía más elasticidad del tren posterior.

Genotípicamente, hubo disminución general del brí­o y una transmisión más constante del ritmo diagonal en los nuevos productos, como consecuencia del poder genético de aquel padrillo.

Al investigar su origen, quedá claro que era hijo de la yegua DANESA, media sangre, hija del caballo LUSITANO, un portugués puro, representante afortunado del caballo español moderno traí­do en 1946 a Colombia por la rejoneadora Conchita Cintrón. Por la lí­nea paterna, era hijo del caballo REY COMETA, y nieto de COMETA, caballo antioqueño descendiente de las mejores líneas seleccionadas del suroeste, mantenidas dentro de la conservación cuidados de la sangre tradicional berberisca traída por los conquistadores.

Este hecho constituyó sin lugar a dudas, una irrupción de la sangre del caballo español moderno, de que nos habla Cabrera, en nuestra caballada de origen berberisco, lo cual produjo cambios trascendentales no estudiados con detenimiento hasta la fecha. Se inició un proceso en el cual, entre confusiones y aciertos, se modificaron transitoriamente, pero en forma muy evidente los movimientos de algunos de nuestros caballos, mejorando los ritmos diagonales, es decir, el trote y el “troche”, al cabo de dos o tres cruzamientos, pero afectando en variadas formas el paso. Esta afectación puede tomarse como perjudicial cuando se modificá el ritmo en los nuevos productos, o cuando la fuerza genética del ritmo diagonal se igualé con la del lateral, de origen berberisco, para dar paso a ejemplares indefinidos, y de movimientos lentos, por la aparición de unas nuevas formas de brazos, que restaron velocidad y definición a los pasos.

Pero no todos los resultados fueron negativos: la nueva conformación de corvejones mejoró en el “fino” la quietud de sus ancas, cuando se conservó la suavidad del brazo y se consiguió un mayor resorte en el corvejón. De otro lado, con algunas características transmitidas por sus hijos más sobresalientes, -El Arco, Rebelde, Anarcos, Veneno, Canario, etc.-, veremos como se estabilizó, en una afortunado acontecimiento genético, la “trocha” como movimiento diagonal de 4 tiempos, producido con fijeza, especialmente la lí­nea de EL ARCO.

Esta manifestación constante y cada día más pulida de la trocha produjo un nuevo caballo de silla de brillante provenir por su doble utilidad, ya que es suave, armonioso y de inmejorables condiciones para el trabajo, porque levanta más los brazos y las patas que el caballo fino; con lo cual está más cómodo en los terrenos ondulados y en los pastizales. Tiene sí­ una exigencia, y es que los brazos no se eleven más allá de la horizontal que pasa por la base de los codos del caballo, para que no se afecte la velocidad de los remos ni la armonía de los brazos con las patas.

Es interesante notar cómo este nuevo aire ha echado raíces en los caballistas colombianos y lo mucho que se han esforzado por lograr la pureza en esta nueva modalidad… John Jairo Galvis, en su artí­culo “La Trocha es otra cosa”, lo explica de esta manera:

Lo que si nunca puede ocurrir es que un caballo de diagonales pase a los laterales, seria reprobable desde todos los puntos de vista; y si ponemos atención a lo que en realidad es la Trocha, veremos en ella una modalidad muy exigente, donde la cadencia, el ritmo, la velocidad y el sostenimiento, la encumbran quizás como la más evolucionada de todas las modalidades cobijadas por CONFEPASO.

Aquí­, el autor hace referencia a las normas de juzgamiento, donde un caballo de Trocha no puede salirse de su aire, mucho menos “afinarse”… esto serí­a motivo de descalificación… Como nota personal añado que en las normas de juzgamiento en el Paso Fino es más “condescendiente” al no exigir esta misma pureza en la ejecución y sostenimiento del Paso Fino…

Para resumir lo que hemos visto, nuevamente hago referencia al libro “Chalanerí­a Colombiana”, donde el Sr. Estrada Londoño hace algunas distinciones importantes:

  • antes de la década del 50, la Trocha ya existí­a en la caballada colombiana, pero en número inferior… esta tení­a su origen en el cruce del ritmo diagonal (Trote & Galope) con el Paso Fino Colombiano…
  • el uso de Don Danilo y sus hijos produjo una Trocha definida y abundante en la generaciones siguientes a la suya…
  • a esto le siguió un cruzamiento indiscriminado de ambos ritmos – Paso Fino y Trocha – en el primer proceso de formación de la Trocha… lo que llevó a la formación de un aire denominado “Paso Castellano” en la zona andina, caballos que se desplazaban en la Trocha en los terrenos ondulados, y al Paso en las calles y terrenos planos…
  • esta “doble aptitud” se fijó casi como una modalidad propia, con todos sus inconvenientes genéticos… pero bajo la complacencia de criadores de algunas familias equinas importantes, que veí­an con beneplácito que ambos aires se reunieran en un mismo ejemplar de “paso repicado”…
  • la Trocha actual se va alejando, fenotípica y genotípicamente, del Paso Fino… donde los criadores buscan un mayor grado de perfeccionamiento de la nueva modalidad…

Podemos entonces afirmar que la Trocha, como un aire secundario, ha estado estrechamente relacionada al Caballo de Paso Colombiano… donde algunas líneas la ejecutaban en una rienda relajada, pero entraban al Paso Fino al recogerlos…

Tenemos también una Trocha moderna, producto de la infusión de la sangre Lusitana en el caballo Don Danilo, que al cruzarse con yeguas “finas” estabilizó la Trocha y elevó la misma de un aire secundario a una nueva modalidad dentro del Caballo Criollo Colombiano… Podemos también observar que por razón del desarrollo de esta nueva modalidad, los ejemplares de Trocha Pura Colombiana y de Trocha & Galope tendrán en su ascendencia genética ejemplares de Paso Colombiano… pues son el resultado del cruce entre Don Danilo y sus hijos con yeguas de Paso Colombiano…

Finalmente, el uso descontrolado y desmedido de este cruce también introdujo algo de esta “nueva sangre” en algunas lí­neas de Caballos de Paso… lo que ha resultado en ejemplares que no sólo “descansan” en la Trocha, sino que tienen cierta predisposición a preferir la Trocha sobre el aire del Paso Fino…

Un llamado a la Unidad

by Romualdo on June 23, 2007 in Paso Fino

El mayor problema que ha enfrentado el Purismo, al menos desde que yo tengo uso de razón, es la falta de unidad… falta de unidad entre las entidades… y entre los caballistas en general… No se trata de diversidad de criterios o de puntos de vistas distintos o encontrados… sino de poner esas diferencias personales por encima de la razón que todos tenemos en común: nuestra raza de Caballos de Paso Fino…

Este problema es tan grande que me atrevo a decir que la mayoría de los males que nos han perseguido a lo largo de los años se desprenden de la falta de unidad y las luchas que esto causa… la poca credibilidad de nuestros registros… el problema del “panismo” en los juzgamientos… la falta de conocimiento (y de honestidad) de algunos criadores… el deterioro de la raza y la pérdida de los mejores vientres en el cruce con Colombianos…. la escasez de buenos montadores… la poca difusión del Paso Fino a nivel internacional… todos son producto, directa o indirectamente, de la falta de unión, compromiso y armonía entre los responsables de dirigir el Paso Fino…

Pero no me malinterpreten, no todo ha sido sombras para el Purismo en cuanto a unidad se refiere… durante los años también hemos visto surgir iniciativas muy buenas para tratar de alcanzarla… iniciativas “formales”, como la Confederación y la Alianza… e iniciativas “informales”, como los esfuerzos que día a día se realizan, tanto por los directivos de las entidades, como por algunos caballistas en su carácter personal… Pero aunque la causa ha ido adelantando con el tiempo, la realidad es que el Paso Fino sigue necesitado de unidad…

Esto nos lleva, obligadamente, a preguntarnos: ¿cuáles son las causas para que no se dé esta unidad de la que tanto hablamos?… y creo que aunque las causas son muchas y variadas, pueden resumirse en una sola: la falta de un compromiso genuino de parte algunos “puristas” que se autoproclaman como comprometidos con la raza

Es lamentable, pero a través de los años han habido algunos directivos en las distintas entidades se han comportado como si estas fueran sus “finquitas” privadas… usándolas para impulsar única y exclusivamente su visión personal sobre el Paso Fino… sin importar el pensar y sentir de su matrícula… sin considerarlo siquiera… Esa actitud de “la entidad soy yo” es sólo una de las muchas piedras de tropiezo que han enfrentando los proponentes de la unidad…

Hay varios temas en PasoFinoForum que motivan este artículo… Por ejemplo, el tema ¡Son dos razas!, es uno donde pudimos ver claramente la diferencia entre el Caballo de Paso Fino Puertorriqueño y el Caballo de Paso Colombiano… pero no me refiero a los argumentos trillados de quienes piensan que para adelantar el Purismo hay que desprestigiar a los Colombianos… sino las diferencias reales entre dos razas donde una no es mejor o peor que otra… sino que sencillamente son distintas genotípica y fenotípicamente…

Como parte de la discusión en ese tema, pudimos observar la necesidad de unirnos como raza –como hicieron los propulsores del Caballo de Paso Colombiano al fundar CONFEPASO– si queremos promover el Paso Fino Puro Puertorriqueño a nivel internacional…

Otro tema que invita a reflexionar sobre la falta de unidad es Para Acierto del Brujo… Aquí vuelve a cuestionarse –por mera apreciación de un forista, y sin presentar ningún argumento de peso– la decisión de utilizar los jueces certificados por la Asociación de Jueces en las competencias Puristas por considerar que estos no están “comprometidos con la raza”… Este forista, además de insinuar una posible “violación” al reglamento de Agricultura… sugiere que estos jueces son pro-colombianos y, por tanto, juzgan con una visión “colombianizada” del Paso Fino…

Tenemos que empezar por decir que en el Paso Fino, por la misma naturaleza del deporte, los juzgamientos siempre serán subjetivos… o sea, que dependen de la apreciación de los jueces… y por consiguiente, nunca serán perfectos… Pero tenemos que admitir que los jueces de la Asociación de Jueces están realizando una labor encomiable… con juzgamientos imparciales y honestos, donde se otorgan los laudos de acuerdo a los ejemplares en la pista… no por sus dueños, montadores o actuaciones anteriores, como sucedió muchas veces en el pasado…

Y fíjense, mejorar la calidad de los jueces ha eliminado el “panismo” en los juzgamientos… lo que a su vez, ha motivado la participación de muchos dueños que habían optado por no exhibir sus ejemplares bajo el sistema de juzgamiento anterior por considerarlo parcializado e injusto…

Aun así, no hay duda que el sistema de juzgamiento actual puede mejorarse… Por ejemplo, si pudié©ramos implementar un manual de juzgamiento y un reglamento de competencia únicos para utilizarse en todos los eventos Puristas… un manual y un reglamento que sea de consenso, hecho en común, buscando el bien de la raza y no acomodar mis caprichos o agendas particulares… así tendríamos, no sólo unidad, sino uniformidad en el Paso Fino…

Otro factor que podría mejorarse es el uso del vocabulario tanto de parte de los jueces, como de los directores de concurso y los encargados de animar las competencias… Frases como “fuera de la modalidad”, “no está en el aire del Paso Fino” o “está trochado”, para significar que el caballo está fuera de paso no son admisibles dentro del Paso Fino Puro Puertorriqueño… Así mismo, términos como “sonoridad”, dando la impresión de que es deseable que el ejemplar golpee duro la tabla… son ejemplo de palabras que deben eliminarse del vocabulario al momento de explicar una decisión o hablar de un ejemplar… Aún así, estos son casos aislados que podrían evitarse de tener un manual de juzgamiento claro y preciso…

Como mencionaba al comienzo, ya hay personas, dentro y fuera de las entidades, que están laborando para rescatar la unidad en el Paso Fino… Ejemplo de esto lo vemos en lo exigente del proceso de inscripción de ejemplares que se ha puesto en vigor y el celo con que se está implementando… Las pruebas de ADN y filiación genética son instrumentos excelentes para depurar los registros… y que además de ser herramientas útiles para los criadores, ayudan a recobrar la credibilidad que habían perdido nuestros registros a nivel internacional…

Otro ejemplo es PasoFinoForum… donde todos: criadores, dueños, montadores, directores de las distintas entidades y caballistas en general… algunos de Puerto Rico, otros de EU y hasta de Colombia… todos se reúnen como comunidad… cada uno aportando sus ideas y escuchando las ideas de otros… con respeto, cordialidad y armonía… Este foro es un magnífico ejemplo de la unidad que debería existir en todas las facetas del Paso Fino…

Hasta ahora solamente hemos hablado de lo que otros están haciendo… pero, ¿y nosotros?… ¿qué podemos hacer en nuestro carácter personal?… ¿cómo podemos impulsar la unidad dentro de nuestras entidades y dentro del Paso Fino?… Todos –no importa si somos criadores, dueños, montadores o aficionados– todos podemos y debemos poner nuestro granito de arena… es más, sin nuestro esfuerzo es imposible que se pueda alcanzar la unidad que buscamos… por eso…

  • debemos apoyar las competencias invitacionales participando con nuestros ejemplares siempre que nos sea posible… un evento con 100+ ejemplares de todas las entidades es muestra de unidad y armonía…
  • debemos apoyar las competencias de entidades distintas a la nuestra, asistiendo como espectadores… y dando nuestra mano en la organización y realización del evento…
  • debemos apoyar las actividades que promuevan la raza de Paso Fino, como el taller sobre genética que se ofreció en Utuado
  • debemos envolvernos activamente en los procesos de nuestras entidades y elegir directivos que sean pro-unidad… la entidad somos nosotros… y nuestra entidad es tan honesta y comprometida como los directivos que ponemos al frente de ella…
  • debemos ser propiciadores de unidad, incitando al diálogo y rechazando las críticas, los chismes y las intrigas…

Es momento de apartarnos de las actitudes divisorias y abrazarnos al ideal de la unidad en el Paso Fino… sólo así podremos hacerlo posible… Si nos fijamos en nuestros hermanos Colombianos encontramos un excelente modelo de lo que puede significar la unidad para nuestra raza… Miremos el avance astronómico que ha tenido la raza de Caballos de Paso Colombiano… Es la unidad que alcanzaron bajo CONFEPASO lo que ha hecho posible su crecimiento e internacionalización…y me pregunto, ¿por qué no podemos nosotros hacer lo mismo?

Hace unos dís mi amigo Pepe Llenín me robó el tiro y comenzó un nuevo tema en PasoFinoForum, Unidad-Unidad-Unidad… y en uno de mis comentarios propuse una coalición Purista similar a CONFEPASO… un grupo autónomo que se encargue de agrupar todas las entidades Puristas, dentro y fuera de la isla… que se encargue de dirigir los esfuerzos colectivos por impulsar la internacionalización de la raza… y a la vez, sirva para darle unidad y uniformidad al Paso Fino…

No se trata de reemplazar o desplazar las entidades… sino crear un ente de gobierno que pueda aunar esfuerzos y dar dirección… además, que sirva como instrumento para atender las quejas formales sobre irregularidades en los juzgamientos… y de árbitro, de haber problemas entre las entidades o entre los caballistas en general… Honestamente creo que esta es la única manera de alcanzar la unidad que necesita nuestra raza para poder crecer y ser impulsada internacionalmente…

El Paso Fino vive el momento histórico para poder alcanzar esta meta… tanto en las entidades, como entre los caballistas, existe el deseo y el talento para echar esto a caminar… al menos, esto es lo que yo pienso… ¿y tú… qué piensas tú?

Labranza

by Romualdo on June 17, 2007 in mis caballos

A través de la experiencia con Don Romualdo en el Show Internacional de Ponce fue que empecé a darme cuenta que mi percepción sobre el Paso Fino, y aquellas cosas -como la naturalidad- que yo valoraba en mis ejemplares, no eran prioridad para aquellas entidades que regulan los Caballos de Paso Colombiano… Sin embargo, ellos ponían un peso muy grande sobre otras características que eran meramente cosméticas -como las marcas blancas- y que no influían para nada en la calidad de los ejemplares…

Esto hizo que comprendiera lo que el Purismo había dicho por muchos años… que el Paso Colombiano y el Paso Fino Puertorriqueño son dos razas distintas, cada una con sus características propias y determinadas… No se trata de dos versiones, o dos enfoques, o dos visiones distintas sobre lo que debe ser el Paso Fino… sino dos razas diferentes y dos países de origen, cada uno con una meta definida hacia donde querían dirigir su raza particular…

Comprender esto cambió totalmente mi enfoque hacia el deporte… por primera vez en muchos años tenía una dirección clara hacia donde quería caminar… y era de regreso a mis raíces en el Purismo… Lo primero que hice fue vender mi yegua media sangre… para darme a la tarea de buscar una yegua pura que me sirviera para encastar… y en una fiesta por el Día de los Padre, mi primo me dijo que había encontrado la yegua que yo buscaba… se llamaba Labranza… y en ese momento, lo único que sabía de ella es que era hija Labriego en Diorama, su madre…

Labranza había sido encastada por Frank Delgado… y pertenecía a Manuela Dávila, viuda de Pachín González, quien la tenía prestada en una finca en Barranquitas… Manuela no la veía hacía un par de años y había decidido venderla… pero, a pesar de estar recién parida, la yegua tenía problemas reproductivos y ninguno de los amigos de Pachín se había interesado en ella…

Cuando llegué con mi primo a verla nos encontramos con una yegua madura de casi diecisiete años, grande y bien conformada… pero en unas condiciones pésimas… a decir verdad, creo que no he visto una yegua tan flaca como aquella… La tenían en un pequeño cepo de tierra, con una potranquita de tres o cuatro meses a su lado… y la potranca, a pesar de no ser de un padrote reconocido, lucía bastante bien…

Labranza no estaba en condiciones de montarse… y si lo hubiera estado, me dijeron que la yegua no estaba domada… así que entre el interés por sus líneas… la curiosidad por el vigor genético de un inbreeding tan fuerte… y la pena por las condiciones de la yegua… llamé a Manuela…

La “negociación” tardó unos días… realmente estaba interesado en ella, pero me preocupaba la condición en que estaba… y los problemas que tenía, no para quedar preñada, sino para llevar el embarazo a término… pero finalmente me decidí y fuimos a buscar a Labranza…

Inmediatamente empezamos a darle un cuido especial… lo primero que había que hacer era ponerla en condición, así que llamé a Manolo Jiménez, mi veterinario… se le pusieron unos sueros… se desparasitó… se vacunó… se le arreglaron los dientes… y se comenzó con una dieta alta en calorías para ayudarla a subir de peso… Se dice rápido, pero los progresos fueron muy lentos al principio… poquito a poco fue ganando peso y cogiendo más vida… hasta que recobró todo su esplendor…

Recuerdo que Andrés me llamó una mañana y me dijo que había montado a Labranza: “está crudita, pero deja que la veas… ¡es un avión!!!”… y la verdad es que la yegua impresionaba por su finura y rapidez… y a pesar de que todavía peleaba por la boca, se quedaba parada en el mismo sitio: taca-taca-taca-taca…

Durante este tiempo empecé a frecuentar de nuevo los eventos Puristas… ¡había que buscarle un novio a Labranza!… pero más que las líneas, yo quería encontrar un caballo con una mecánica de movimientos similar a la de ella… y un día, en una Copa Minín Kuilan, encontré un caballo que era perfecto para Labranza… se llamaba El Escamoso…

Hablé con su dueño, Radamés Cruz, y colectamos el caballo para inseminar la yegua… pero lamentablemente Labranza no quedó preñada… y cuando llegó el próximo celo, nos encontramos con la triste noticia de que el caballo había muerto… Sin duda, esta fue una gran pérdida para el Paso Fino porque El Escamoso era un caballo extraordinario y a pesar de sus muchas buenas cualidades, no dejó descendencia…

Entonces Manolo, que ya había empezado a tratar a Labranza con hormonas por su problema reproductivo, me sugirió que no usáramos inseminación, sino monta directa… así que nos decidimos por Kolibrí II, que estaba en las mismas cuadras que Labranza…

Kolibrí había sido un Campeón en la Asociación Nacional en la década de los ’80… un caballo muy fino y de muchísima raza… y aunque no era exactamente el cruce que yo deseaba hacer, tampoco me parecía un mal cruce… y en ese momento, la prioridad era preñarla… pensábamos que ya vendrían otros partos…

Durante su preñez, Andrés terminó de embocar a Labranza… y siempre tuvimos la ilusión de llevarla a una competencia, aunque sólo fuera a exhibirla… Aquellos que tuvieron la oportunidad de verla comprenden lo que significó Labranza para nosotros… no sólo una de las mejores hijas de Labriego… sino, sin lugar a duda, una de las mejores yeguas que ha tenido el Purismo…

Cuando llegó el momento del parto, surgieron complicaciones… Labranza traía una potranca alazana, como su padre… pero la potranca venía al revés… lo triste es que Labranza siempre lució tranquila y nunca nos dio indicios de que había algún problema… y cuando nos dimos cuenta, ya era demasiado tarde y perdimos ambas, la yegua y la potranca…

Cuando murió Labranza perdí todo el interés por los caballos… a pesar de que me quedaba un potro colombiano, a veces pasaban meses sin visitar las cuadras… dejé de ir a las competencias… y no me interesaba ver otras yeguas, porque sabía que no iba a encontrar otra Labranza…

Así pasaron dos años, hasta que un día me encontré con un amigo, José Pérez, que es juez internacional y acostumbra juzgar en los eventos Puristas… José empezó a contarme de esa “nueva cosecha” de potros y potrancas que se estaba viendo en las pistas… la verdad es que me contagió su entusiasmo… y aquí estamos… de vuelta, nuevamente, en el Purismo… hasta encontré una potranquita, Buenaventura, que difícilmente podrá ser otra Labranza… pero que pienso disfrutármela al máximo como si lo fuera…

Bueno amigos… con este artículo termino de contarles un poquito sobre mi trayectoria en los caballos… y aunque estos son sólo pedacitos de una larga historia, no se imaginan lo mucho que he disfrutado recordando estás anécdotas con ustedes… y muchas otras que me reservo por ahora…

Para el próximo artículo tengo pensado hablarles de un tema que hemos discutido en PasoFinoForum… y que creo es de vital importancia en este momento histórico que atraviesa el Purismo: la unidad en el Paso Fino…